síndrome de saval

Nunca sé de dónde me vendrán las ganas, la inspiración, la taquicardia. A veces desde una fila de hormigas (o su sombra), otras desde zepelines, ángeles-buzo o manatíes oxidados. A uno se le llenan los ojos de rabia dulce. Ese aguijón que nos propina la belleza y el pensar entre dientes: ¿Cómo no se me ocurrió a mí?

Lorenzo Saval, pintor y escritor (no sé en qué orden, si es que lo hay). Desde 1975 dirige la revista Litoral. El Centro de Exposiciones de Benalmádena reúne más de 100 obras (cuadros, collages y esculturas) que nos llenan la cabeza de una felicidad rara.

Me acuerdo de Stendhal y su síndrome. Imagino que más de uno lo vivirá en sus carnes, sin necesidad de viajar a Florencia. Dirán, "oh", dirán "ya lo tengo". Mentira. Juro que lo he intentado, he recortado cúpulas, alas de libélula y cuellos de jirafa, pero hay que tener un don, el Don de la paciencia y la locura (no sé en qué orden, si es que lo hay), para sacar después faros del fin del mundo, peces voladores, ciudades enteras y otros abismos.

Suspense (Antológica 1976-2013) de Lorenzo Saval.
Hasta el 15 de diciembre. Martes a sábado: 10:00 a 14:00h / 17:00 a 19:30h.
Domingos y festivos: 11:00 a 13:30h. (Lunes cerrado)
Avda. Antonio Machado, 33. Benalmádena, Málaga.